Cuando un cliente entra por la puerta, pregunta y se queda con nosotras un buen rato, hablando, mirando telas, contando como es la estancia, que idea trae, que ambiente quiere conseguir. Al final se crea una corriente de entendimiento (y simpatía) la mayoria de las veces. Nos reimos, terminamos hablando de otras cosas y hay que retomar el hilo y acabamos eligiendo lo que necesita, lo que busca y lo más acorde con su idea. Cuando surge ese feeling pedimos, rogamos que nos envíen una foto del resultado.
Cristina quería darle un toque distinto a su salón sin tener que cambiar nada o casi nada. Lo ha conseguido o lo hemos conseguido con los cojines. Las telas son espectaculares.....
Ucria de Bisses Novita, Rubelli.
Y Delacroix de Rubelli también....